Muy a menudo durante mi visita a diferentes páginas de Facebook de carácter
“medieval” (digo esto por la forma empírica de su contenido) he notado un tema
viral, con información respecto a las antenas 5G. Lo que me impulsó a hacer una
exhaustiva investigación sobre el tema. Pero antes de empezar con lo que
encontré en todos los artículos que he leído quisiera hacer hincapié y
trasfondo en el tema central de todas las publicaciones encontradas en las
redes sociales. Literalmente estás publicaciones demuestran una oposición radical
sobre la instalación de las antenas 5G. con los argumentos siguientes: primero
dada la emisión electromagnética que puede tener este espectro, tiene causas
indeseables en la salud humana, como, por ejemplo: el cáncer, deformaciones
genéticas, entre otros argumentos superfluos y hasta a veces carentes de
credibilidad. Segundo, se trata con suma preocupación la privacidad, afirmando
que este tipo de red inalámbrica tendría el control absoluto sobre la vida de
los seres humanos y una persecución informática constante.
Todo esto con un propósito desconocido para el autor de este escrito,
puesto que considero que existen grupos, como siempre existen en todo campo de
desarrollo, que pretenden sabotear la ejecución de este ambicioso proyecto de
conectividad, así como sucedió con Nikola Tesla, cuando inventó la corriente
alterna, y Thomas Alva Edison pretendió sabotearlo electrocutando a un elefante
para hacer creer al mundo que la corriente alterna era totalmente peligrosa y convenía
usar la corriente continua; no obstante, la corriente alterna fue quien le dotó
de energía eléctrica al mundo entero. En efecto hasta ahora seguramente el
lector cree que estoy a favor de las antenas 5G, sin embargo, no es precisamente
ello lo que quiero describir en este ensayo. Muy por el contrario, pretendo
sensibilizar a las personas sobre las antenas 5G y desenmascarar a muchas páginas
de las redes sociales que divulgan información sacada de los chismes y la
pésima información que divaga en internet.
Desde 1980 la evolución de la conectividad mediante un espectro electromagnético
ha traído consigo el acceso a la comunicación inmediata, partiendo desde las
singulares comunicaciones de voz y posterior a ella la conectividad a internet.
Han pasado desde entonces cuarenta años, desde que apareció el primer teléfono
(invento de Antonio Meucci) y la invención del celular con conexión 1G que permitía
la comunicación solo mediante voz, después vino la segunda generación 2G que
permitió los mensajes de voz, llamadas de larga distancia, mensajes de textos. Por
consiguiente, las necesidades del hombre de conectarse con el mundo lo han
llevado a innovar la tercera generación de conectividad, el 3G, que permitió
las primeras conexiones a internet muy reducidas (navegación por internet muy
limitada) y arrastrado por el avance tecnológico se lanzó a finales del 2004 la
cobertura 4G, que permite una mayor velocidad de conectividad (videollamadas, trasmisiones
por internet, realidad virtual, etc.). Todo esto empujado por la necesidad de
conectividad del hombre.
Y entonces ¿qué trae la conectividad 5G? lo que probablemente para otros
sea algo desastroso e inconcebible, es para la humanidad un paso a la ciencia y
ficción que se sueña desde hace muchas décadas atrás. El proyecto 5G, se
empieza a implementar justamente recién este año (2020), con el propósito de
una mayor velocidad de conexión, la interconexión de dispositivos del mismo
administrador (celular, televisor, ordenador, etc.) y sobre todo una mayor celeridad
en cuanto a la seguridad de los datos cibernéticos de los usuarios. Hasta este
punto he realizado una explicación entendible en cuanto concierne a la conexión
5G. Pero no he dado mi punto de vista que si provoca o no las enfermedades y distorsiones
genéticas que con tanto énfasis divulgan muchas personas. Es por el simple
hecho de que hasta ahora no existe ni un solo dato, estudio, informe médico o investigación
que describan problemas en la salud a causa de las antenas 5G, además, debo
recalcar que este proyecto empezó recién a ejecutarse, por lo que es muy
promiscuo sacar ese tipo de conclusiones desbaratadas.
Entonces, mi estimado lector, antes de compartir una publicación estúpida sobre las antenas 5G, lea, investigue y divulgue información con argumentos científicos y no se deje llevar por la apasionada ignorancia de muchas personas que no tienen la intención de contribuir con el desarrollo de nuestra sociedad.
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